domingo, 26 de julio de 2015

El libro rojo de Jung

Escritura Creativa con 
EL LIBRO ROJO DE JUNG

Este apartado tiene por objeto  entregarles la síntesis de lo visto en la primera parte del taller. 


I LIBER PRIMUS
Prólogo.
Da inicio al Liber Primus tres citas bíblicas, dos del profeta Isaías y una de Juan.
Las dos citas de Isaías nos remiten a esa primera impresión ante el llamado de una voz poderosa que nos habla para que seamos portadores de un mensaje.
En la literatura ese primer llamado es signo de vocación.
Además, la cita de Juan es precisamente aquella que tiene que ver con la palabra como algo gestado por el hombre. Y el verbo se hizo carne.
En el Libro Rojo el profeta anunciará lo venidero, de esa forma da a luz con su palabra otra realidad.
Aparece el espíritu de la profundidad como poderosa esencia a la que es complicado escapar… en caso de negarse a ella, esa profundidad persigue al hombre, y por supuesto que el hombre podría escapar continuamente y hacer de su vida un continuo escape, de hecho así es la mayoría de las veces. En este prólogo se presenta a Jung aceptando este llamado de la profundidad.
Aparecen los conceptos de "espíritu de la profundidad", "espíritu del tiempo", "sentido", "contrtasentido", "suprasentido".

I
Una vez asumido el llamado Jung se encuentra con el alma.. El diálogo con el alma se presenta como el diálogo con alguien con quien hablamos de nosotros, pero que no obstante sabe más de nosotros que nosotros mismos.


II
Llamado al alma para que nos atienda en la búsqueda de trascencia.
Llamar al otro... el "otro" es tu dios en tanto es lo que te falta para la completitud.

III
Servir al alma, seguirla, ir a donde el alma lleve, recordar que el alma ya ha mostrado que sabe más de nosotros, aunque sus caminos son tortuosos… El alma siempre te lleva a someterte a lo más temido.

IV
El desierto, como experiencia de encuentro con el alma.
"¿No sabes aún que no estás escribiendo un libro para alimentar tu vanidad -dice el alma a Jung- sino que estás hablando conmigo?"
En la literatura el libro se torna un diálogo con nosotros mismos, lo escrito es una forma de liberar al espíritu de la profundidad para que nos hable a través de sus símbolos.

V
Viaje infernal al futuro. Porque todo el que atiende al espíritu de la profundidad ve en su interior que todo pasado está en el futuro, y que todo lo que el hombre ha pospuesto resolver, está esperando en su futuro para ser resuelto. De ahí que la guerra sea una forma de exponer al hombre a resolver su propia guerra interior. El tiempo no estará maduro mientras sea posible asesinar al hermano en lugar de asesinar dentro de uno lo que uno está rechazando del hermano.
En este apartado aparecen los pensamientos como los ruidos que no dejan al hombre escuchar al alma. Cuando los pensamientos se interponen sucede que creemos estar hablando con el alma, y no. Hablar con el alma es ver al pensamiento echado a tus pies como un perro fiel que te ama y no te interrumpe. De lo contrario, sería como un perro que ladra desaforadamente, esos son los pensamientos, ladridos que no dejan al hombre escuchar a su alma.


VI
El espíritu dividido.
El desierto no está vacío, está frecuentado por seres mágicos que atacan al que se decide a atravesarlo. Pero el peor ataque es la trasformación del propio atacado: esos seres te convierten a ti en monstruo. Para Jung los dioses negados se vuelven enfermedades.

VII
Asesinato del héroe.
Cuando Dios se vuelve demasiado viejo se convierte en sombra. Nuestros dioses quieren ser superados. Los dioses que adoramos son fórmulas humanas.
"No obstante Dios es inevitable, y cuanto más trates de escapar, más seguro que caerás en su mano", dice Jung.
En este apartado vemos que un joven dios germinal es regado por las lágrimas de los hombres, dando a toda la oscuridad el sentido trascendente. Como en las obras clásicas donde el final trágico encierra la renovación.

VIII
Concepción de Dios.
El alma concibe al niño divino, un dios que ha nacido de la integración de lo relativo. La literatura no concibe moralizar en tanto es alejarse de la integración de la sombra.

IX
Misterium/Encuentro
El encuentro de Jung con dos arquetipos, el anciano erudito que se pudre en su biblioteca, y Salomé, le permiten a Jung explorar por mediación de los símbolos una postura más afín con el espíritu de la profundidad. Estos símbolos no son totalmente fieles a sus orígenes, toman de su fuente histórica una parte y la otra aparece de la nueva clave con que el espíritu de la profundidad hace que Jung las vea.

X
La instrucción
Los símbolos se explica por sí mismos. Dejamos hablar al símbolo, es su voz no la nuestra.

XI
Resolución
"Si vas hacia el pensar lleva tu corazón contigo, si vas hacia el amor lleva tu cabeza contigo".
Siempre la unificación.

Fin de la primera parte del Libro Rojo 

sábado, 11 de julio de 2015

Cómo nació "Todos somos magos"


Fue en la FIL del 2013 que Ángel Campos y yo nos conocimos.
Nos presentó un amigo mutuo, editor de ambos, Ariel Hernández. En realidad si alguien es responsable inicialmente de que este libro naciera es él, Ariel, tiene ojo de águila para detectar historias e imágenes posibles. Y aún cuando Ariel no haya sido finalmente el editor de Todos somos magos, sí fue el que generó el encuentro entre Ángel y yo, un encuentro determinante para el libro en cuestión. Les contaré cómo fue, porque estoy segura que esto inspirará a todos los que sueñan que sus libros e ilustraciones se convertirán un día en un hermoso cofre de papel.
Sucedió en aquella FIL del 2013, Ariel me habló de Ángel:
"Yolanda, conozco a un ilustrador que tiene un proyecto de imágenes hermoso… pero ha encontrado un "pequeño" obstáculo..." 
Resulta que Ángel había realizado unas ilustraciones para la poesía de Gabriela Mistral, concretamente para la Cajita de Olinalá; por causas misteriosas -como son todas las que llevan a un libro a nacer- aquel proyecto no se consolidó y las ilustraciones de Ángel -objetivamente entrañables- se habían quedado en una suerte de limbo literario, y necesitaban urgentemente una historia para volver al ruedo.

Ahí entro yo. Cuando nos conocimos, Ángel me explicó todo esto y preguntó si podía crear un cuento para ellas, me entregó un domy (el proyecto inicial editado a manera de prueba), mismo que había sido rechazado por una editorial, quién sabe por qué razones... era bello.

Me llevé a casa el libro, luego escribí a Ángel para que me enviara las ilustraciones sin el texto; las imprimí y las coloqué en el suelo, bajo una cúpula que radia luz en el centro de mi casa. 


Muy cerca andaba rondando mi hija, con su vientre abultado como una semilla, su vientre palpitante de vida, vida nueva, a punto de traer magia al mundo. Miré las ilustraciones con cariño, como se mira algo vivo (todo parecía en ese momento latir a mi alrededor, la vida que se gesta en las entrañas de un ser humano siempre es signo de las posibilidades infinitas de la creación), aquellas imágenes eran fruto de horas de esfuerzo de Ángel, horas dedicadas a dibujar sus sueños. Las ilustraciones estaban ahí, ante mí, ya despojadas de las palabras que las conectaban con la Cajita de Olinalá, (al menos aparentemente desconectadas) entonces les pedí que me contaran su historia. Como una tirada de Tarot comencé a acomodarlas en un orden distinto al que Ángel había ideado para el anterior proyecto, una y otra vez los colores, los personajes cambiaban de lugar, como en una danza mágica... poco a poco, fui escuchando lo que me querían contar... era una historia venida de esa dimensión donde se guardan las cosas secretas y sagradas.
No sé si la emoción de tener en casa a mi hija a punto de darme un nieto fue el detonante definitivo, yo creo que entre las imágenes y la vida que me rodeaba se dio el prodigio, el caso es que comencé a sentir la historia y a acomodar, ahora sí en el orden definitivo, lo que en un principio habían sido las imágenes para la Cajita de Olinalá, era como si Gabriela Mistral lo aprobara, y estuviera conmigo, acompañando la creación de aquella historia que las imágenes de Ángel escondían.
Y así surgió, esplendoroso como un poema prístino. Brotó del corazón emocionado de una que estaba a punto de ser abuela, de las imágenes de un ilustrador enamorado de los mitos prehispánicos, brotó de la poesía, del magma primordial. Apareció magnífica -y perfilada ya en muchos de sus contornos- la historia de algo que todos somos: Magos. Lo demás fue tomar las palabras con dulzura y trabajar con ellas como un artesano. Lo demás fue no escatimar las horas que me requería cada verso, ni el sueño interrumpido por la iluminación repentina de algún párrafo; lo demás fue atender al ritmo en los renglones, a la búsqueda de la metáfora perfecta, de la analogía exacta, del adjetivo y la palabra que diera luz... 




Todos somos magos es una historia contada por los personajes mismos, por los colores y las formas, historia que viene del más allá, para decir a los que vivimos en el más acá que la magia existe. Y que nosotros, escritores e ilustradores, sólo somos sus humildes servidores, sencillos amanuenses y pintores que agradecen el don.


Era como si aquellos dibujos, aunque hubieran sido realizados originalmente por Ángel para acompañar los versos de la Cajita de Olinalá, contuvieran en sus entrañas Todos somos magos. Como si todo artista, todo ser que sueña, todo ser humano, llevara en su corazón esa historia, ese mensaje: que todos somos magos, que todos debemos proteger nuestra cabeza, porque ahí se guardan los sueños, nuestros mejore sortilegios, nuestro más grande poder: El de soñar. Porque "el universo está hecho con la materia de los sueños". Porque todo autor lo que hace es poner las palabras que cuentan historias inmortales y todo ilustrador se encarga de darle luces, formas y color.
Todos somos magos, aunque haya sido catalogado como libro álbum por su poderoso diálogo entre la ilustración y la palabra que la acompaña, no es sino el encuentro entre el talento de dos disciplinas distintas que se unieron para devenir en un producto único y original, pues no nació exactamente como nacen la gran mayoría de los libros álbumes, sino como nacen las obras de arte: de la inspiración y el encuentro entre dos mundos.
Es una obra que quiso nacer contra viento y marea y aunque su primeros pasos los diera bajo el buen auspicio de Gabriela Mistral y su Cajita de Olinalá en un segundo momento terminó en mis manos, para ser convertida en un cofre de papel, constante que he manejado desde que comencé a escribir. 


Esta fue sólo la primera parte, el génesis. Toda obra nace en su totalidad -en tanto puede ser compartida formalmente- hasta que es publicada, aunque parte de ese momento en que el libro ha sido gestado, su periplo sigue surcando misteriosos caminos para ver la luz, y muchos obstáculos hasta que llega a las manos del público. Ya contaré esa parte en su momento... 




Por lo pronto aquí están unos videos de la presentación de Todos somos magos en el Fondo de Cultura Económica (Guadalajara, México, 6 de junio del 2015), y algunos testimonios valiosos.





domingo, 5 de julio de 2015

Sesión de Escritura Creativa con el Libro Rojo de Jung

Porque ensayamos formas nuevas de decir lo mismo.


La literatura es un alimento sobrenatural.
El inconsciente es como una gran matrix... donde se generan las bases de los procesos creativos.
En ese reino se producen cosas que el Yo no produce, (entendido ese Yo como la persona que tiene mi nombre y mi historia, pero que no me contiene en todo lo que soy hondamente), de ese sitio es de donde abrevan los artistas el alimento sobrenatural para nutrir su obra. El escritor trascendente necesita comprometerse con su conciencia, descubrir el alma selvática que lo alimenta y a la que tanto ansiamos reprimir... la experiencia onírica asumida trasforma la vida. La experiencia onírica revela que las "realidades psíquicas" a las que alude Jung y el surrealismo son formas de acercarnos a una realidad superior. Salir de la realidad "comunitaria" donde todos vemos lo mismo, para compartir la realidad interior. Porque el mundo cuelga de un hilo... ese hilo es la psique, todo sucede primero ahí, de ahí parte. Asumir la psique a través de la escritura, volver la literatura el reino donde se dialoga con ella. Porque casi siempre actuamos en atención principal del mundo exterior, sometiendo al Hombre Verdadero, haciendo que este HOMBRE VERDADERO que somos se adapte a las circunstancias externas, y entonces lo enjaulamos, y lo limitamos a esa realidad comunitaria, ortodoxa... porque las fantasías pertenecen a los locos o a los niños.
Pero... las fantasías  tienen su propia realidad, la fantasía no es igual a nada,  es una revelación de otro reino cuyos cimientos están en la psique.
Las imágenes que se generan, ya sea por medio de los sueños o de los procesos creativos que buscan liberar al hombre de la censura de lo aparentemente real, son los enunciados del proceso mitológico interior.
La capacidad de conocer desde todos los niveles de nuestro ser nos viene de nuestra condición de homo artistas, la ciencia (que se asienta en lo "real") no le puede dar al hombre lo que le dan el mito y la poesía, la literatura, la pintura, el arte en general. El símbolo es todo estímulo capaz de trasladarnos del plano de lo meramente fenomenológico (esa realidad comunitaria) al "otro plano" a la "otra orilla", el hombre requiere urgentemente reactivar los mecanismos que harán ingrávido lo grávido...
Porque nuestro cerebro sí que tiene la capacidad para captar otras realidades... porque si la ciencia es una red por medio de la cual "atrapamos" la realidad", esa red tiene bastantes fugas... el cerebro tiene capacidades para generar redes más finas. Vamos por ello, para una escritura que genere el "suprasentido".

Enuma Elish presentación en Chapala