La dama que "roba"libros...
Cuidado y te vea leyendo... Seguro te suelta eso de:
No leer, porque descubrirás que puedes ser como uno de los personajes que supieron cambiar un destino adverso.
No leer, porque te volverás un ser pensante y eso es peligroso; porque te puedes divertir demasiado; porque un libro te lleva a otro y nunca estarás satisfecho... Sabrás más que tus maestros y entonces qué te van a enseñar en la escuela!
Abajo
Texto leído en el video.
Voz y guiónSebastián Ladeaki
Yolanda promueve la lectura como
quien busca adeptos a una religión, piensa que los libros entregan el paraíso, que
leer es marca distintiva de los que se atreven a probar el fruto… Es maestra inevitablemente,
porque un salón de clase es tierra fértil donde sembrar las palabras que entregan
los libros. Su especialidad: los mitos, sabe que la realidad no es el único de
los reinos.
Su primera
publicación literaria, El gran niño
(electrones de un sueño), fue producto de su amor de madre, eligió que su
primera obra sirviera para mostrar a su hijo, y de paso al resto de los niños,
que la literatura es una patria donde es posible realizar los sueños.
Luego, hubo de
escribir como quien llora hondamente, su vida amorosa conoció el dolor y
algunos derrames de tinta dibujaron el sendero de una obra que la llevaría a
escalar nuevos peldaños. Para escribirla siguió el dictado de una misteriosa
voz que la atravesaba en lo más negro de la noche, un día sintió cómo un nombre
nacía de su pluma: ¡Jacinta! los lectores de esta obra comenzaron a seguirla
porque su personaje parecía encarnar el dolor de una y de todas las mujeres…
Pasado el tiempo,
un vaivén interior la lleva a escribir de nuevo para el público joven, es como
si un péndulo sirviera para mantenerla en la cordura, de las densas notas de
una endecha amorosa pasa al juego imaginativo, y refleja con gracia su labor
docente en la literatura, las vivencias en el salón de clase y sus proyectos de
animación lectora, todo en una historia fantástica, que sólo sus alumnos
reconocen como parte de su mágica biografía. Sin embargo, aunque su intención
fue escribir otra obra infantil La
maestra Milagros encanta a niños, jóvenes y adultos.
Alternando
siempre, como quien se columpia por la vida,
y sabe que ora se mira el cielo,
ora el suelo, Yolanda vuelve a tomar la pluma para revivir al personaje que
había estremecido a miles de lectoras: Jacinta regresa del inframundo, donde la
pluma de Yolanda la había dejado en un final abierto, para señalar que la vida
es un ciclo de renacimientos, que morimos y volvemos a nacer con cada
tribulación superada. Así, resucitada, Jacinta adquiere un nuevo nombre: Palingenesia,
titulo hermético, que publica para, al contrario de Cervantes, revivir al
personaje que había dejado hundido en la desolación. Yolanda piensa que la
patria de las letras es continenete sagrado, reino de esencias inmortales,
dimensión redentora, terreno para la siembra de los sueños, hábitat seguro para
los demonios personales, hojas de un árbol que habla.
Mientras tanto,
lentamente y a través de su vida, se gestan en su interior nuevos poemas… y si
bien Jacinta y luego Palingenesia fueron obras calificadas de
poéticas, Yolanda aún guarda sorpresas en este género.
A raíz de un
contacto prolongado y profundo con la mitología, debido a sus cursos y talleres
sobre este tema, descubre en su interior un caudal maravilloso que brota a deshoras,
a veces a las tres de la mañana la despiertan las voces de un poema que baja de
otra dimensión. Otras ocasiones, a mitad de una congestionada avenida, un verso
aparece para exigir su atención… hay también largas jornadas de trabajo para
pulir una estrofa, para animar un poema, para servir a la poesía como un fiel
vasallo.
Y así van
formándose, durante años, las perlas de un collar que Yolanda engarza: Los
mitos del alba, libro de poesía que gana
la beca del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, se publica en 2011 y gana el favor de los lectores
inmediatamente.
El gran poeta Raúl
Aceves dice sobre esta última obra de Yolanda: “Con su varita mágica de
hada cibernética, Yolanda Ramírez se convierte en nuestra guía de viaje por el
bosque encantado, por el sendero de la escritura. Y pone a desfilar frente a
nuestros ojos los fantasmas vivos de los antepasados ancestros de la raza
humana, para recordarnos quiénes somos y a dónde vamos.”
Además de su
trabajo como poeta y escritora, Yolanda ha incursionado en la labor editorial,
sabe por su cercanía con los lectores jóvenes, que se debe escribir con
claridad y hondura, Yolanda dirige un taller de escritores y una pequeña
editorial, a los que nombra con cariño Viaje
a la Semilla, en honor al cuento del autor Alejo Carpentier y por ser este
título símbolo de ese retorno al tiempo seminal donde se gestan los lectores, y
los escritores.
Y seguirá
seguramente en ese columpio interminable, en ese péndulo de Foucault, trayendo
de acá para allá las palabras que le dicta el cielo.