jueves, 24 de mayo de 2012

La dama que "roba" libros


La dama que "roba"libros...


Cuidado y te vea leyendo... Seguro te suelta eso de:

No leer, porque descubrirás que puedes ser como uno de los personajes que supieron cambiar un destino adverso. 
No leer, porque te volverás un ser pensante y eso es peligroso; porque te puedes divertir demasiado; porque un libro te lleva a otro y nunca estarás satisfecho... Sabrás más que tus maestros y entonces qué te van a enseñar en la escuela!



Abajo
Texto leído en el video.
Voz y guión
Sebastián Ladeaki


Yolanda promueve la lectura como quien busca adeptos a una religión, piensa que los libros entregan el paraíso, que leer es marca distintiva de los que se atreven a probar el fruto… Es maestra inevitablemente, porque un salón de clase es tierra fértil donde sembrar las palabras que entregan los libros. Su especialidad: los mitos, sabe que la realidad no es el único de los reinos.
Su primera publicación literaria, El gran niño (electrones de un sueño), fue producto de su amor de madre, eligió que su primera obra sirviera para mostrar a su hijo, y de paso al resto de los niños, que la literatura es una patria donde es posible realizar los sueños.
Luego, hubo de escribir como quien llora hondamente, su vida amorosa conoció el dolor y algunos derrames de tinta dibujaron el sendero de una obra que la llevaría a escalar nuevos peldaños. Para escribirla siguió el dictado de una misteriosa voz que la atravesaba en lo más negro de la noche, un día sintió cómo un nombre nacía de su pluma: ¡Jacinta! los lectores de esta obra comenzaron a seguirla porque su personaje parecía encarnar el dolor de una y de todas las mujeres…
Pasado el tiempo, un vaivén interior la lleva a escribir de nuevo para el público joven, es como si un péndulo sirviera para mantenerla en la cordura, de las densas notas de una endecha amorosa pasa al juego imaginativo, y refleja con gracia su labor docente en la literatura, las vivencias en el salón de clase y sus proyectos de animación lectora, todo en una historia fantástica, que sólo sus alumnos reconocen como parte de su mágica biografía. Sin embargo, aunque su intención fue escribir otra obra infantil La maestra Milagros encanta a niños, jóvenes y adultos.
Alternando siempre, como quien se columpia por la vida,  y sabe que ora se mira el  cielo, ora el suelo, Yolanda vuelve a tomar la pluma para revivir al personaje que había estremecido a miles de lectoras: Jacinta regresa del inframundo, donde la pluma de Yolanda la había dejado en un final abierto, para señalar que la vida es un ciclo de renacimientos, que morimos y volvemos a nacer con cada tribulación superada. Así, resucitada, Jacinta adquiere un nuevo nombre: Palingenesia, titulo hermético, que publica para, al contrario de Cervantes, revivir al personaje que había dejado hundido en la desolación. Yolanda piensa que la patria de las letras es continenete sagrado, reino de esencias inmortales, dimensión redentora, terreno para la siembra de los sueños, hábitat seguro para los demonios personales, hojas de un árbol que habla.
Mientras tanto, lentamente y a través de su vida, se gestan en su interior nuevos poemas… y si bien Jacinta y luego Palingenesia fueron obras calificadas de poéticas, Yolanda aún guarda sorpresas en este género.
A raíz de un contacto prolongado y profundo con la mitología, debido a sus cursos y talleres sobre este tema, descubre en su interior un caudal maravilloso que brota a deshoras, a veces a las tres de la mañana la despiertan las voces de un poema que baja de otra dimensión. Otras ocasiones, a mitad de una congestionada avenida, un verso aparece para exigir su atención… hay también largas jornadas de trabajo para pulir una estrofa, para animar un poema, para servir a la poesía como un fiel vasallo.
Y así van formándose, durante años, las perlas de un collar que Yolanda engarza: Los mitos del alba, libro de  poesía que gana la beca del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, se publica en  2011 y gana el favor de los lectores inmediatamente.
El gran poeta Raúl Aceves dice sobre esta última obra de Yolanda: “Con su varita mágica de hada cibernética, Yolanda Ramírez se convierte en nuestra guía de viaje por el bosque encantado, por el sendero de la escritura. Y pone a desfilar frente a nuestros ojos los fantasmas vivos de los antepasados ancestros de la raza humana, para recordarnos quiénes somos y a dónde vamos.”
Además de su trabajo como poeta y escritora, Yolanda ha incursionado en la labor editorial, sabe por su cercanía con los lectores jóvenes, que se debe escribir con claridad y hondura, Yolanda dirige un taller de escritores y una pequeña editorial, a los que nombra con cariño Viaje a la Semilla, en honor al cuento del autor Alejo Carpentier y por ser este título símbolo de ese retorno al tiempo seminal donde se gestan los lectores, y los escritores.
Y seguirá seguramente en ese columpio interminable, en ese péndulo de Foucault, trayendo de acá para allá las palabras que le dicta el cielo.

martes, 15 de mayo de 2012

Don Quijote de la Mancha, caballero cabalista…

I

Pintura de Salvador Dalí


Tras las tinieblas espero la luz.
Libro de Job, XVII, 12

¿Cuál es el secreto oculto en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha? ¿Por qué los personajes del libro son mundialmente famosos y el nombre del protagonista se ha llegado a convertir en un adjetivo de gran contenido simbólico?
Desde que nació, en el año de 1605, el libro tuvo un éxito rotundo que con el tiempo le ha valido convertirse en una de las joyas de la literatura Universal. Sin embargo, a pesar de la fama y su constante presencia en el imaginario colectivo, El Quijote no es actualmente tan leído como era de esperarse en  un libro a tal grado famoso. Sus personajes son conocidos más allá de la historia, viven fuera de las páginas, adquieren dimensiones nuevas según la cultura y el tiempo que las adopta,  pero la mayoría no conoce de la obra sino el episodio de los molinos de viento, que apenas ocupa dos páginas de las 1111 de mi edición, ¿qué hay entonces en el libro que lo vuelve inmortal?
Intrigada por los hechos, topé con el análisis de Dominique Aubier, investigadora francesa, que se dio a la tarea de desentrañar  lo que en un principio fue sólo una corazonada:  El Quijote puede ser leído no sólo en castellano, sino mediante claves que nos muestran un camino distinto al de la mera fábula literaria, un camino de señales para entrar al mundo de Cervantes como se entra a un texto sagrado, El Quijote puede ser leído también,  como un tratado iniciático, y las aventuras del Hidalgo como acontecimientos espirituales que conciernen a cada uno de nosotros. Una edición posterior, la de 1608, revisada según los estudiosos por el mismo Cervantes,  conservó  una cantidad de erratas que “extrañamente” se le  pasaron  al autor… Pero no, Dominique Aubier  descubrió entre otras cosas significativas,  que las erratas eran pistas para seguir la lectura desde otro idioma: el hebreo. Experta en Kaballah, sistema por medio del cual las letras y palabras contienen en sí mismos conceptos espirituales  Dominique  Aubier explica que el texto publicado  en 1608, aún con su serie de erratas, no es sino un texto escrito  en dos idiomas de forma simultánea mediante la utilización de dos alfabetos, el literal y el simbólico.  Hacer esto era menos peligroso que hablar claramente, este fue un fenómeno de comunicación normal en un medio inquisitorial; en el tiempo de Cervantes la cultura popular española podía comprender el hebreo y el árabe como actualmente se comprende el inglés en nuestro medio.

Esta es una más de las varias interpretaciones que a lo largo de los cuatrocientos años de edad del Quijote se han realizado, todas con la autorización del mismo Cervantes en la primer página: “y así, puedes decir de la historia todo aquello que te pareciera, sin temor que te calumnien por el mal ni te premien por el bien que dijeres de ella.” 



Pintura de Salvador Dalí



Parte II

Don Quijote de la Mancha, Cabalici, Cabalei, Cabalistae.

…porque me parece duro caso hacer esclavos a los que Dios y naturaleza hizo libres.
Miguel de Cervantes Saavedra

¿Pero, qué elementos serían necesarios  para entender al Quijote como obra iniciática? Entre otros,  los libros de caballería, relatos de  aventuras que durante mucho tiempo representaron la encarnación de la virtud masculina. Don Quijote  deseaba  intensamente imitar sus hazañas, este deseo  obsesivo, surgido de la mucha lectura de los libros habidos en su biblioteca, lo llevan a un desfase con la realidad; he aquí que contemplamos cómo la ficción sirve para trasformar la vida ¿y qué tipo de libro trasforma la vida sino uno cuyos conocimientos nos trasformen desde el interior? Este hecho, que en la historia aparece como pérdida del juicio, es en realidad una manera simbólica de representar  lo difícil que resulta insertar en medio de una realidad opresora  los valores libertarios. Nuestro héroe realiza sus hazañas en la dimensión fantástica de la utopía, y es la realidad, representada a lo largo de la obra por varios incidentes, quien lo golpea. Pero he aquí que sus heroicidades no pertenecen al campo de lo material, ya lo dice Sancho: “Más bueno era vuestra merced para predicador, que para caballero andante”.
Los libros de caballería se habían convertido en la época de Cervantes en un género  desprestigiado debido a las muchas reproducciones de poca calidad de los mismos. Pero en un primer momento estas historias fueron el terreno ideal donde se refugiaron varios símbolos del saber gnóstico y sus  doctrinas de carácter iniciático. No es de extrañar que Cervantes, como la mayoría de los grandes autores,  utilizara recursos de encubrimiento para manifestarse en contra de la situación política, religiosa y social desde la postura visionaria de su personaje, lo que a un  cuerdo no le era posible decir, a nuestro Hidalgo se le permite dada la condición de su locura. Pero. ¿ y si no es locura, sino cualidad de caballero iluminado?   La palabra caballero tiene sus correspondencias fonéticas con los siguientes términos de la Cábala: se llamaba Cabalici a quienes recibían la tradición, es decir el secreto absoluto, llave de todo conocimiento;  Cabalei  a los discípulos, y Cabalistae a los imitadores. ¿Es Don Quijote entonces un imitador de los cabalistas, y el libro de Cervantes una imitación de los libros sagrados, lleno de claves de interpretación que se escapan en una primera lectura, pero permean la obra mediante su  influencia al inconsciente?
¿No es acaso el personaje un guerrero espiritual,  cuya misión revela con las siguientes palabras? “Sancho, amigo, has de saber que yo nací por querer del cielo en esta nuestra edad de hierro para resucitar en ella la de oro, o la dorada, como suele llamarse”, un maestro espiritual, cuya acción se ejerce en una dimensión distinta  a la de la realidad material.



Pintura de Salvador Dalí
No se pierdan esta ponencia de la poeta y gran maestra Angelina Muñiz-Huberman 
aquí


Enuma Elish presentación en Chapala