Artículo publicado en la columna Reflexiones del Temple
El camino del oro…
Por Yolanda Ramírez
Por Yolanda Ramírez
El maravilloso mago
de Oz, ciertamente uno de los cuentos
clásicos favoritos de muchos... Pero, ¿cuántos saben que también es una alegoría
económica?
Seguramente recordamos el clásico “infantil” El mago de Oz, si no por haber leído el libro, sí debido a la película que estelarizó Judy Garland. Y,
aunque la mayoría llegó a conocer la historia de Frank Baum por el musical de
Hollywood, muy pocos saben sobre la
relación que la aparentemente inocente trama tiene con el panorama político y
social que se vivía entonces en los Estados Unidos.
La obra es mucho más que un cuento infantil, leyendo entre
líneas se descubre un mundo de símbolos que dimensionan los personajes y
acontecimientos hacia la cruda realidad:
Cuando Baum publica El
maravilloso mago de Oz, en 1900,
Estados Unidos apenas salía de un periodo de deflación y depresión; las deudas
habían afectado a todos, pero mayormente a los campesinos. Entonces, el sistema
monetario respaldaba cada dólar con una cantidad de oro y el Partido Populista
quería cambiar aquello: proponía que la plata, junto con el oro, se usara como
moneda. Eso incrementaría el suministro de dinero estadounidense, reduciendo la
carga de la deuda de los granjeros.
El camino
amarillo, por el que transita Dorita (algunos prefieren llamarla Doroty), no es
otro sino el símbolo de aquella terrible pugna. Tal vez, Baum escribía influenciado, entre otras cosas, por William Jennings Bryan, político estadounidense,
quien abogaba por la propuesta del
bimetalismo (política monetaria que consiste en utilizar dos metales, por regla
general el oro y la plata, como base del sistema monetario).
Así, es como vemos que el “dorado” camino amarillo, por
donde Dorita avanza con sus zapatos “de plata” (que en la versión
cinematográfica cambian al rojo por cuestión estética) contienen pistas para
leer el cuento de hadas como algo mucho más serio:
Dorothy, pequeña granjera de Kansas, símbolo de los
ciudadanos rurales estadounidenses; el hombre de hojalata de los oxidados y,
aparentemente sin corazón, trabajadores urbanos; el león cobarde: ¿William Jennings Bryant, un líder débil?; el
espantapájaros, de los agricultores estadounidenses. Los cuatro personajes,
viajando hacia el este por el camino de ladrillos amarillos —un camino hecho de
lingotes de oro— para ver al Mago de Oz,
posible reflejo de aquellos banqueros del Este que manipulan la economía
mediante artificios detrás de una cortina. El destino de nuestros personajes,
Oz, es simplemente la abreviación de onza, (onzas de oro).
Recuerdo que el mago de Oz es quien supuestamente tenía la
capacidad de entregar a cada uno de los personajes aquello que necesitaban, ¡pero
aquel mago no era sino un pobre farsante…! ¿Sería que Baum, consciente, o
inconscientemente, estaba contando la azarosa batalla que muchos enfrentaban?
Y que muchos siguen hoy enfrentado.
Después de ver este documental y reflexionar en la situación económica del hombre moderno me pregunto ¿cuándo es que perdimos el sistema de trueque? ¿Podríamos volver a ello?
Aquí te comparto un video acerca del tema, es muy interesante, pero tómate tu tiempo, es largo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario