martes, 15 de mayo de 2012

Don Quijote de la Mancha, caballero cabalista…

I

Pintura de Salvador Dalí


Tras las tinieblas espero la luz.
Libro de Job, XVII, 12

¿Cuál es el secreto oculto en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha? ¿Por qué los personajes del libro son mundialmente famosos y el nombre del protagonista se ha llegado a convertir en un adjetivo de gran contenido simbólico?
Desde que nació, en el año de 1605, el libro tuvo un éxito rotundo que con el tiempo le ha valido convertirse en una de las joyas de la literatura Universal. Sin embargo, a pesar de la fama y su constante presencia en el imaginario colectivo, El Quijote no es actualmente tan leído como era de esperarse en  un libro a tal grado famoso. Sus personajes son conocidos más allá de la historia, viven fuera de las páginas, adquieren dimensiones nuevas según la cultura y el tiempo que las adopta,  pero la mayoría no conoce de la obra sino el episodio de los molinos de viento, que apenas ocupa dos páginas de las 1111 de mi edición, ¿qué hay entonces en el libro que lo vuelve inmortal?
Intrigada por los hechos, topé con el análisis de Dominique Aubier, investigadora francesa, que se dio a la tarea de desentrañar  lo que en un principio fue sólo una corazonada:  El Quijote puede ser leído no sólo en castellano, sino mediante claves que nos muestran un camino distinto al de la mera fábula literaria, un camino de señales para entrar al mundo de Cervantes como se entra a un texto sagrado, El Quijote puede ser leído también,  como un tratado iniciático, y las aventuras del Hidalgo como acontecimientos espirituales que conciernen a cada uno de nosotros. Una edición posterior, la de 1608, revisada según los estudiosos por el mismo Cervantes,  conservó  una cantidad de erratas que “extrañamente” se le  pasaron  al autor… Pero no, Dominique Aubier  descubrió entre otras cosas significativas,  que las erratas eran pistas para seguir la lectura desde otro idioma: el hebreo. Experta en Kaballah, sistema por medio del cual las letras y palabras contienen en sí mismos conceptos espirituales  Dominique  Aubier explica que el texto publicado  en 1608, aún con su serie de erratas, no es sino un texto escrito  en dos idiomas de forma simultánea mediante la utilización de dos alfabetos, el literal y el simbólico.  Hacer esto era menos peligroso que hablar claramente, este fue un fenómeno de comunicación normal en un medio inquisitorial; en el tiempo de Cervantes la cultura popular española podía comprender el hebreo y el árabe como actualmente se comprende el inglés en nuestro medio.

Esta es una más de las varias interpretaciones que a lo largo de los cuatrocientos años de edad del Quijote se han realizado, todas con la autorización del mismo Cervantes en la primer página: “y así, puedes decir de la historia todo aquello que te pareciera, sin temor que te calumnien por el mal ni te premien por el bien que dijeres de ella.” 



Pintura de Salvador Dalí



Parte II

Don Quijote de la Mancha, Cabalici, Cabalei, Cabalistae.

…porque me parece duro caso hacer esclavos a los que Dios y naturaleza hizo libres.
Miguel de Cervantes Saavedra

¿Pero, qué elementos serían necesarios  para entender al Quijote como obra iniciática? Entre otros,  los libros de caballería, relatos de  aventuras que durante mucho tiempo representaron la encarnación de la virtud masculina. Don Quijote  deseaba  intensamente imitar sus hazañas, este deseo  obsesivo, surgido de la mucha lectura de los libros habidos en su biblioteca, lo llevan a un desfase con la realidad; he aquí que contemplamos cómo la ficción sirve para trasformar la vida ¿y qué tipo de libro trasforma la vida sino uno cuyos conocimientos nos trasformen desde el interior? Este hecho, que en la historia aparece como pérdida del juicio, es en realidad una manera simbólica de representar  lo difícil que resulta insertar en medio de una realidad opresora  los valores libertarios. Nuestro héroe realiza sus hazañas en la dimensión fantástica de la utopía, y es la realidad, representada a lo largo de la obra por varios incidentes, quien lo golpea. Pero he aquí que sus heroicidades no pertenecen al campo de lo material, ya lo dice Sancho: “Más bueno era vuestra merced para predicador, que para caballero andante”.
Los libros de caballería se habían convertido en la época de Cervantes en un género  desprestigiado debido a las muchas reproducciones de poca calidad de los mismos. Pero en un primer momento estas historias fueron el terreno ideal donde se refugiaron varios símbolos del saber gnóstico y sus  doctrinas de carácter iniciático. No es de extrañar que Cervantes, como la mayoría de los grandes autores,  utilizara recursos de encubrimiento para manifestarse en contra de la situación política, religiosa y social desde la postura visionaria de su personaje, lo que a un  cuerdo no le era posible decir, a nuestro Hidalgo se le permite dada la condición de su locura. Pero. ¿ y si no es locura, sino cualidad de caballero iluminado?   La palabra caballero tiene sus correspondencias fonéticas con los siguientes términos de la Cábala: se llamaba Cabalici a quienes recibían la tradición, es decir el secreto absoluto, llave de todo conocimiento;  Cabalei  a los discípulos, y Cabalistae a los imitadores. ¿Es Don Quijote entonces un imitador de los cabalistas, y el libro de Cervantes una imitación de los libros sagrados, lleno de claves de interpretación que se escapan en una primera lectura, pero permean la obra mediante su  influencia al inconsciente?
¿No es acaso el personaje un guerrero espiritual,  cuya misión revela con las siguientes palabras? “Sancho, amigo, has de saber que yo nací por querer del cielo en esta nuestra edad de hierro para resucitar en ella la de oro, o la dorada, como suele llamarse”, un maestro espiritual, cuya acción se ejerce en una dimensión distinta  a la de la realidad material.



Pintura de Salvador Dalí
No se pierdan esta ponencia de la poeta y gran maestra Angelina Muñiz-Huberman 
aquí


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Enuma Elish presentación en Chapala