jueves, 19 de enero de 2012

Sherlock Holmes y las hadas...

En la creencia de que sólo la ficción explora mundos más increíbles que el nuestro, dejamos de creer que sea real cualquier evento que rebase las fronteras de lo que nuestros sentidos verifican y nuestra razón comprende.

YRM

Si verdaderamente conseguimos probar que, en la superficie de nuestro planeta, existe una población tan numerosa como la de la especie humana, que hace su vida como le place y que se distingue de nosotros por la simple diferencia de la frecuencia de sus vibraciones, las consecuencias de nuestro descubrimiento son difíciles de imaginar. 

Ana Garralón


A poco de haber salido de la primera guerra mundial, el Strand Magazine encargó a Sir Arthur Connan Doyle, padre literario de Sherlock Holmes, el más famoso detective de la historia de la literatura, un artículo sobre hadas que se publicaría a finales de noviembre de 1920, como preámbulo navideño. 


Mientras  escribía el artículo, llegó hasta sus oídos el caso de las hadas de Cottingley (dos niñas  habían fotografiado hadas y los especialistas tenían dificultades en señalar las fotografías como falsificaciones). Fue tal la euforia de aquel evento que muchas mentes brillantes, entre ellas la de Sir Arthur Conan Doyle, se vieron involucrados; era un caso mucho más espectacular para él que ninguno de los que había creado su pluma; tal vez porque involucraba la incursión de seres imaginarios en la realidad. El artículo detonó acerbos comentarios sobre lo perjudicial que resultaba dejar que los niños creyeran en las hadas. Hubo posturas encontradas y se investigó más sobre el asunto hasta lograr que las niñas aceptaran haber manipulado las fotografías, (una de ellas, Elsie, era gran artista y conocía los métodos del revelado fotográfico), sin embargo, Frances nunca negó que realmente habían visto hadas, ni aún cuando ambas eran ya mayores: si confesamos la manipulación fotográfica en un momento dado, dice Frances, fue por el molesto acoso de curiosos y periodistas.


A casi un siglo de aquel debate, ¿qué será mejor?, ¿dejar que nuestros niños admiren insulsos personajes de la farándula que son ciertamente de carne y hueso, pero que no aportan al imaginario colectivo ni una pisca de creatividad; o seguir alentando la búsqueda de referentes simbólicos que expliquen un poco de los misterios que nos rodean?

A casi un siglo también de los adelantos en la ciencia y ante el asombro que nos provoca la mecánica cuántica (cuyas implicaciones resultan asombrosamente mágicas), las hadas tienen de nuevo un papel relevante; ahora podemos entender que estos personajes son poéticas visualizaciones antropomorfas de una naturaleza viva. La creencia en las hadas no requiere del abandono de la razón, sino de una posibilidad de alternar dos dimensiones, la física y la mental, o dos esencias, la materia y el espíritu, o dos posturas: la poética, llena de metáforas, y la racional, llena de explicaciones. Sabemos del beneficio de permitir que en la resolución de problemas cotidianos alternen nuestros dos hemisferios cerebrales, cada uno cumple funciones específicas, complementarias. Personajes como las hadas, son visualización simbólica de una naturaleza que ciertamente está viva, fórmula natural de nuestra imaginación para volver visible la esencia de algunos elementos: los gnomos (de la tierra), los elfos (del viento), las ondinas (del agua), los dragones (del fuego); mecanismo mítico para entender lo que es invisible para el sentido de la vista, como las energías y fuerzas que desde hace tiempo los científicos exploran con célebre entusiasmo. Si los matemáticos buscan fórmulas para explicar el universo, la literatura lo hace con metáforas, con símbolos, con poesía...

Flor llamada Nido de Hadas
Flor del Copao - Desierto Florido 2010 Sector Carrizal Bajo 


Sir Arthur Conan Doyle exploró estos mundos a través de la escritura,  sus personajes buscaban por todos los medios desentrañar grandes misterios. A partir de esta actividad literaria debió surgir su profundo interés por los temas ocultos, en su obra conviven la razón y la intuición como un matrimonio bien avenido; la razón y la intuición son elementos de éxito a la hora de buscar la verdad en los casos que resolvían Sherlock Holmes y Watson, ellos mismos eran símbolos. Si Doyle prestó atención a las hadas de Cottingley, es porque se dio permiso de creer que, a pesar de que hubiera habido o no manipulación de las fotografías, las hadas están ahí. No con vestidos a la moda, ni con figuras humanas, pero sí en medio de una naturaleza que palpita indiscutiblemente, y que guarda misterios mucho más asombrosos que los del mundo feérico, ¿no son acaso las múltiples especies del planeta una muestra rotunda de la posibilidad infinita de formas que adopta la naturaleza a la hora de crear a sus hijos? ¡Vaya, el espíritu prepotente de nuestra especie cree que su racionalismo tiene todas las respuestas! Y lo cree contra todas las evidencias que a la fecha se han dado de cuán lejos estamos de conocer todas las preguntas.

Entre más misterios resuelven los científicos, se engendran más dudas. A partir de la luz que la ciencia arroja aparecen nuevas paradojas. Se desvela el misterio del átomo y hágase la luz con la mecánica cuántica. Sin embargo, como herederos del racionalismo, de la dualidad, de los sistemas deterministas, y de tantos logros de uno solo de los hemisferios cerebrales, hemos olvidado que, como dijera un personaje de Shakespeare: hay muchas más cosas en el cielo y en la tierra de las que podemos comprender con nuestra filosofía
Hoy, la naturaleza se ha manifestado ya como un ser vivo, sus entrañas palpitan y nos muestra que hay vida en ella, pero los homo sapiens sapiens, pensamos que somos los únicos dueños de la vida, y arrasamos las selvas, consumimos la savia del planeta, contaminamos sus pulmones, inmersos en un sistema racional que obviamente no puede ver ondinas en las ondas de los lagos contaminados, ni hadas en un aire lleno de polución, ¿por qué?, porque no están ahí, ciertamente no en están ahí, no pueden vivir en estas condiciones…
Yolanda Ramírez Míchel

5 comentarios:

  1. El ser humano necesita más que explicaciones para entender el mundo en el que vive, y lo que le sucede en él. Conan Doyle tuvo una pena terrible: se le murió un hijo. Y seguramente vió que la parte lógica del mundo no le ayudaba a salir de esta pena. Siendo de ascendencia irlandesa, las hadas y los cuentos sobre estas deben haberlo acompañado mientras crecía. Tenía un tío que vivía de pintarlas. ¿Qué tiene de malo usar metáforas para entender el mundo? ¿es que acaso quienes critican no saben que el cerebro izquierdo escucha el cuento, y el derecho entiende la enseñanza que va en él? Cuando escucho a alguien decir que Harry Potter es malo porque hay magia, no me queda sino pensar que quien lo dice no tiene magia en su vida. Y es triste. Es gracias a los cuentos, y a la fantasía, que pequeñas semillas de sabiduria se siembran en los niños.

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  2. Gracias por participar con tu sabiduría, Ale!!!

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  3. La memoria del universo se guarda en el inconsciente del hombre, una memoria que solo puede pasar al consciente y ser recordada por medio de la imaginación, si no se dejan soñar y creer en algo más de lo que ven, andarán a ciegas por la vida sin comprensión ni valor del mundo que les rodea, lo más probable es que la gente sin fe en su corazón he imaginación, son las mismas que han dejado de ver el cielo, las estrellas, la luna o sentir el cambio de temperatura en el ambiente con el soplo de una brisa a diario, personas que son incapaces de oír los sonidos del viento, oler los olores que trae o ver los colores que carga, en lo que a mí respecta son personas secas que han muerto hace mucho tiempo.

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    1. Sí, precisamente esas personas que no creen son las que han dejado de contemplar el mágico mundo en el que vivimos... porque no cabe duda que es mágico.

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  4. ¿Conocieron alguna vez alguien que vio un fantasma? ¿Han visto, escuchado o leído de exorcismos reales? ¿Han escuchado sobre experiencias espiritistas?. ¿Revisado evidencia de ovnis?. Aún con toda evidencia que podría llenar terabytes (muchos libros) de información habrá gente que piense que estas cosas También son poetizaciones. Que los fantasmas son miedos, que los exorcismos son actuaciones o desordenes mentales, que el espiritismo es un invento o las regresiones a vidas pasadas son meros recuerdos de los genes, también dirán que son palabras bonitas para darle personalidad a una flor. Sin embargo cuando una experiencia limite te sucede a ti, aún que jures que tuviste un contacto extraterrestre o hayas visto un fantasma, o un hada.. el que no quiere creer no creerá. Pero hay estudios serios, no para la mayoría, ocultistas, que no hablan en sentidos figurados ni poetizaciones literarias, sino incluso una realidad más profunda de la que muchos pueden siquiera imaginar. Saludos!

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