lunes, 17 de agosto de 2020

¿Acaso leyeron los libros que quemaron?

 Por Yolanda Ramírez Michel


Ray Bradbury nació el 22 de agosto de 1920, en Waukegan, Illinois. Fue un ávido lector desde pequeño, un autodidacta imparable y un escritor prolífico que se dedicó cien por ciento a la ciencia ficción. En varias de sus obras se puede leer una propuesta filosófica con respecto a la sociedad y sus prácticas autodestructivas. En Fahrenheit 451, Bradbury nos cuenta de una sociedad distópica (demasiado semejante a la nuestra) en la que los bomberos en lugar de apagar los incendios queman libros y lectores.


El año de la publicación de Fahrenheit (1953) el gobierno de Estados Unidos prohibió una lista de 30,000 libros de autores sospechosos de ser comunistas. Muchos de los libros prohibidos eran nuevos, y estaban aún en las librerías. Los libreros decidieron quemarlos porque las editoriales no querían que se los devolvieran. La prohibición tenía implicaciones muy serias: quien poseyera, leyera o distribuyera aquellos ejemplares sería sospechoso de simpatizar con el comunismo.

Como vemos la Inquisición no ha quedado como práctica del pasado, la quema de libros -descrita en Fahrenheit como una alegoría de prácticas reales-, nos alerta, a cien años del nacimiento de Bradbury, contra las modernas industrias de censura y ocultamiento, enmascaradas por tecnologías que priorizan la cantidad por encima de la calidad de libros y publicaciones.


Es tan difícil encontrar una aguja en un pajar, y a eso se atiene hoy la Santa Inquisición Mediática, que tiene de su lado la multiplicación indiscriminada de contenidos superficiales. ¿Cómo descubrir en medio de tanta paja aquel libro o artículo que detonará la antropofanía y la gnosis, si nuestros modernos bot-bomberos se dedican a favorecer publicaciones que dan satisfacción a las masas, en lugar de educarlas? Me parece que los compañeros de Montag, con su sabueso rastreador de libros, son la retórica literaria de los bots que favorecen la proliferación de contenido ligero y vacuo. Tecnologías que debían estar al servicio de la información y la sabiduría, y en cambio están más bien ávidas por reportar un incremento en likes y vistas semejan al equipo oficial de incineradores. Además, la “comunicación” en redes termina por generar modernos zombis metidos en su celular, con las mismas características que Mildred, y los ciudadanos de la distópica sociedad de Fahrenheit 451.

Fahrenheit 451, cifra que refleja los grados a los que arden los libros regados por las llamas de las mangueras lanzafuegos, es una advertencia para mirarnos en Mildred, que consume si vida ante la pantalla, necesitada de drogas que llenen el vacío que ésta deja. Es una revisión personal para descubrir si somos Montag antes o después de conocer a Clarice. Cada quien que traslade a los personajes a su propio cosmos psíquico. Y cada quien que decida si va en busca de popularidad o contenido en las pantallas que contabilizan como nueva Gestapo gustos y preferencias (ve tú a saber en qué base de datos nos meten).


Con esta obra, una de las tres distopías fundamentales de la ciencia ficción (Un Mundo Feliz, y 1984, acompañan a Fahrenheit en esta sagrada trinidad literaria) vuelve a quedar claro que, para quien ama el conocimiento, hay siempre una universidad infalible: los libros. Tal vez por eso, Fahrenheit hable precisamente de eso, de los libros, y de la persecución que una dictadura les impone.

¿Cuál es la dictadura que nos atenaza hoy? Hemos entrado a la era tecnológica, y en esta nueva sociedad virtual también hay vigilancia y revisión constante de nuestros pensamientos, que son el continente por colonizar.

La novela de Bradbury es un espejo en donde podemos mirarnos, no para deprimirnos ante el avance de las mañas de control mental, sino para impulsarnos a buscar cotos de conocimiento profundo, para llevarnos a la lectura de obras Clásicas y programas que difundan mejores contenidos.

Por lo pronto por aquí te dejamos un cupón para que solicites un libro de regalo, antes de que a alguien se le ocurra prohibirlo.

Link para descargar El Manifiesto Luminista: https://trithemiussite.files.wordpress.com/2020/04/manifiesto-luminista-pdf-digital.pdf

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